El 19 de mayo de 2025, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, promulgó la ley federal conocida como «Take It Down Act», una nueva ley que criminaliza la difusión no consentida de imágenes íntimas, incluyendo aquellas generadas mediante Inteligencia Artificial. Esta ley representa un avance en la protección de la privacidad y la lucha contra la violencia digital, especialmente hacia mujeres y menores de edad.
¿Que establece esta nueva legislación?
La ley «Take It Down» establece sanciones penales de hasta tres años de prisión y multas para quienes compartan o amenacen con compartir contenido íntimo sin consentimiento. Además, obliga a las plataformas digitales y redes sociales a eliminar dicho contenido en un plazo máximo de 48 horas tras recibir una denuncia válida. La Comisión Federal de Comercio será la encargada de supervisar y hacer cumplir estos casos y peticiones.
La ley fue aprobada con un amplio respaldo en el Congreso: 409 votos a favor y solo 2 en contra. Fue impulsada por los senadores Ted Cruz y Amy Klobuchar, quienes trabajaron conjuntamente para abordar el problema de la violencia digital y el uso indebido de herramientas como la IA.
Durante la ceremonia de firma en la Casa Blanca, la primera dama Melania Trump también participó, destacando los peligros que representan las tecnologías digitales y la IA para los jóvenes, especialmente para los menores de edad.
La nueva ley tiene similitudes con la «Ley Olimpia» en México, una iniciativa legal que sanciona la violencia digital y la difusión no consentida de contenido íntimo. Y no es coincidencia, pues la activista mexicana Olimpia Coral, impulsora de dicha ley, ha sido reconocida por su labor en la defensa de los derechos digitales, y su trabajo ha servido de inspiración para legislaciones similares en otros países, incluyendo ahora Estados Unidos.
A pesar del amplio apoyo, la ley ha generado preocupaciones entre organizaciones defensoras de los derechos digitales, que advierten sobre posibles implicaciones para la libertad de expresión y la privacidad, especialmente en lo que respecta al cifrado de extremo a extremo y la posible eliminación de contenido legítimo debido a denuncias falsas.
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