Una de las partes más importantes de la contienda por la presidencia de México es la presentación de los candidatos de cada partido. Pues los ideales y proyectos son presentados prácticamente junto a ellos. Uno de los que más sorprendió fue la presentación de Samuel García como candidato, pues aunque se sospechaba que competiría, se esperaba que su participación fuera en 2030. 

Samuel García ha sido todo un personaje cuyo viaje y transformación se ha documentado en redes sociales. Su experiencia como Gobernador de Nuevo León era su mejor arma para la contienda presidencial. Presentándose como un candidato joven, que no está acostumbrado a hacer política a la antigua. 

Para cuando anunció su campaña como el único precandidato de Movimiento Ciudadano, Samuel todavía fungía como gobernador, su plan consistía en tomar una licencia para ausentarse de su cargo, designando también a su propio gobernador interino, dejando Samuel a Javier Navarro por un periodo de 30 días, lo cual era un tanto contradictorio, ya que García estaría ausente por 6 meses.

Samuel ya había comenzado acciones de su campaña, cuando un juez decidió anular la licencia que le fue otorgada por el Congreso Estatal, dado que no podía renunciar hasta sus responsabilidades hasta que el nuevo gobernador fuera designado. 

Samuel tenía hasta el 2 de diciembre para facilitar dicha designación y comenzar con su licencia, reanudando sus labores de campaña, aunque el nuevo gobernador sería definido por el Congreso del Estado, a través de una votación.

Para finales de octubre, el Congreso de Nuevo León ya había designado al suplente de Samuel, José Arturo Salinas Garza, presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado, además, militante del PAN. Como un opositor a la vieja política de México, Samuel García calificó de ilegal, tanto la suspensión de su licencia como la designación de Salinas como gobernador. Así, Samuel García se enfrentaba a la decisión de buscar la presidencia del país, dejando su trabajo en manos del denominado PRIAN. 

Para el primero de diciembre, el día anterior al inicio de la licencia de Samuel, la incertidumbre sobre el nuevo gobernador de Nuevo León continuaba. Y para la madrugada del 2 de diciembre se anunció que Samuel García retomaría su cargo, renunciando a su candidatura presidencial para el sexenio 2024-2030. Pues en sus palabras, no podía dejar el trabajo que había logrado en su estado, en manos de la política que mucho daño ha hecho ya.